Tras el anuncio de su progenitor, ella encaminabase dichosa y anhelante al encuentro del soberano, fuente de codicia. No concebía explicación, sino que estaba obstruida. Habíase propuesto olvidar los recuerdos de su infancia en Áulide, para emprender una vida de gloria junto al magnánimo. Ciega de razones, tanto así que nunca esperaríase el anatema de Artemisa, mucho menos, la traición del propio padre.
Lo simple se vuelve complejo. Estudiante de Letras y Música, amante del arte. Algunos nos juzgan de jóvenes como sinonimia de incapacidad, mas la literatura me ha enseñado que para el sabiduría y la palabra hasta los niños se vuelven eternos. Escribir me hace libre, me instaura en un mundo cuyas reglas creo y a su vez desconozco, del cual soy miembro y también padre. Bienvenidos a este pequeño universo.
3 comentarios:
La eterna lucha entre la dualidad de sentimientos.
Un abrazo.
Disfruto mucho el como en una breve entrada cuentas una gran historia, provocando nuestra imaginación.
¡Un gran abrazo!
Un listón muy alto, Mariano, aunque ese "esperaríase" no me acaba de convencer del todo.
Saludos
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