Lúgubre y hostil noche victoriana de chubascos. La familia Manrow padecía la gran pérdida. A su morada la muerte había arrivado.
Nada le había causado tanto pavor a Lord Frederich Manrow como despertar más tarde y ver el techo tan cerca, rozando sus narices.
Nada le había causado tanto pavor a Lord Frederich Manrow como despertar más tarde y ver el techo tan cerca, rozando sus narices.
Monsieur Magnifique
7 comentarios:
Pobre Frederich u_u ¡Decidieron por él!
Gracias por tu visita y por tu comentario.
Un saludo.
Gracias por tu comentario!!
Pobre Frederich!! cuántas veces me habré sentido como él!!
Besos!
Excelente el microrelato, un saludo cordial.
Inquietante texto y foto...
Interesante cuento...te deja pensando...
gracias por el comentario en el blog, segui asi!!^^
El más terrible de nuestros terrores, ¿verdad?
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